Representantes estudiantiles argentinos alcanzaron valiosas distinciones en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería Intel-Isef 2010, celebrada en San José de California recientemente, donde compitieron alrededor de 1600 jóvenes, el mayor certamen de nivel preuniversitario que se celebra en el mundo.
Seis equipos de nuestro país viajaron a los Estados Unidos con aportes destinados a las áreas de los fenómenos naturales y del medio ambiente.
Uno de esos trabajos fue presentado por Augusto Niez Gay, en el campo de la microbiología. El propósito de su investigación fue analizar el agua del embalse de Salto Grande, en Concordia, provincia de Entre Ríos. Las muestras extraídas le permitieron comprobar que contenía niveles superiores de cianobacterias, que afectaban la calidad del agua potable que consumía la población. La investigación de este estudiante sirvió para que las autoridades de Concordia corrigieran ese deterioro.
Otro trabajo distinguido, expuesto dentro de las ciencias del ambiente, fue el de Sol Paskvan, Lucas Gille y Victoria Diribarne, que analizaron el PH del agua de lluvia caída en Tandil.
Mediante análisis, comprobaron su elevada alcalinidad, sólo comparable a precipitaciones ocurridas en lugares de China y de India. Verificaron luego que esa alcalinidad se debía a la presencia de partículas secas del suelo. Por otra parte, Lucas Conci y Juan José Velasco lograron un reconocimiento especial en física y astronomía, por descubrir un método de mayor simplicidad para medir la distancia entre la Tierra y la Luna.
Los tres trabajos premiados fueron de alumnos pertenecientes a escuelas del interior: Instituto San José de Concordia, Colegio San Ignacio de Tandil e Instituto Parroquial Bernardo D´Elia de Villa Carlos Paz, Córdoba, respectivamente.
Escuelas y alumnos se han ganado justificadas felicitaciones y el legítimo orgullo del país. Como se tituló en este diario, esta también es una "selección nacional", pero de científicos.
Fuente: diario La Nación
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