Aquellos elementos primordiales que no consiguiesen la combinación permanecerán en su estado libre (espuma cuántica) como componentes de la abundante energía oscura.
Pero en la globalidad, en el total de energía oscura, el conjunto de cubos esféricos podrá actuar aleatoriamente por cualquiera de sus cuatro lados. De ello se deduce que la probabilidad de combinación para toda la energía oscura será de ¼, con lo que la primera generación de partículas, la materia oscura propiamente hablando, se generaría según un 25%. La siguiente generación también se generará como un 25% del 25% de esa materia generadora, la materia oscura, con lo que su porcentaje sería del 6% aprox. sin tener en cuenta otras incidencias.
Estos porcentajes teóricos oscilaran según el margen vibratorio, o los desvíos desde la uniformidad para sitios localizados, por lo que los valores no pueden ser exactos. Pero todo ello sería corregible si dichas magnitudes se conocieran.
Por otro lado, si se supiese la diferencia dimensional entre los distintos estamentos se sabría el aumento de volumen o tamaño en la evolución hasta el presente, consiguientemente la variación de volumen y el valor de la expansión, pues, como sabemos, viene generada por la presión oscura.
Claro, que todo lo dicho se ha supuesto para "generaciones en frío". Pero en la globalidad, seguramente los fenómenos de alta presión y temperatura, no son causa, sino consecuencia de las propias generaciones en frío, que las provoquen por su acción gravitatoria, es decir que en promedio serán las materias oscuras las responsables de la expansión, y más si se considera su dominio porcentual en el Universo.
Se observa que los ordenes de dimensión conocidos comienzan a separarse notoriamente a partir de 10^-17 o 10^-18. Seguramente se pueda decir que los órdenes de dimensión hacia abajo también varíen en forma cuadrática. En este supuesto, no sería difícil calcular el volumen de ahora partiendo de las combinaciones desde la estructura de red cúbica.
Es de suponer que el 137 como número de combinaciones sea constante, y que no sea necesario partir de la energía-materia oscura para que dicho número se cumpla, sino que sea válido allá donde existan los tres saltos combinatorios equivalentes. Igual ha de ocurrir para que el fotón libre se integre al electrón. Por ello, y en principio, suponemos para éste una estructura triple.
De la Teoría de Landau del líquido de Fermi ya puede extraerse la existencia de espinones y holones. Y la existencia de híper partículas ocurre en niveles de temperatura muy bajos según la distribución Bose-Einstein.
La onda partícula electrón:
Imaginamos como más lógica una estructura de tres anillos para el electrón. Primero, porque el movimiento extensivo por causa del espín abarcaría toda la partícula. Segundo, como forma de que, aun siendo una partícula compuesta, posea una resultante de carga negativa.
Según sea la dirección de avance, dos de los anillos se comportarían como ondas ligadas perpendiculares, neutras en conjunto (al estilo del fotón).
El tercer anillo, desapareado, perpendicular a los anteriores, como onda envolvente daría la carga electrónica (siempre que gire en la forma directa; en la retrógrada se trataría de un positrón).
Los dos primeros se constituirían de espinones (no aportan carga, sólo aportan espín, como ocurre al fotón).
El otro se compondría de holones (sólo aportan carga y no espín).
Espinones y holones serían una manera de designar sus funciones, intercambiantes según la dirección de desplazamiento global de la partícula, y de forma continua seguramente.
Podríamos decir que el electrón sea la suma de un súper fotón muy masivo y un anillo halo responsable de su carga.
La constante de estructura fina.
La absorción de un fotón por parte de un electrón supondrá su combinación interna desde uno a tres elementos. Como se ha visto el número total de componentes habrá de ser 137.
Por el contrario, la emisión de fotones ocurrirá por el fraccionamiento de una subpartícula electrónica que no obstante permanecería reestructurada a falta de un sólo fotón en sus prolíficos anillos de componentes casi libres.
La constante de estructura fina se puede expresar como:
O lo que es lo mismo, la energía para traer dos electrones hasta una distancia S dividida por la energía de un fotón con longitud de onda igual a 2pS.
Ello nos indica que la energía electrónica de carga es 137 veces la energía del fotón, o lo que es lo mismo, la masa o número de elementos para la emisión o absorción es de 1 a 137 (equivalencia masa y energía).
Las subpartículas propicias del electrón para emisión o absorción de fotones poseerán una masa equivalente a 137 de la del fotón.
El 137 expresaría por tanto la cuantificación combinatoria en la expansión y el resultado fraccionario en la concentración, si, en según que condiciones externas, ambos procesos son reversibles.
Autor:
Fandila Soria
Granada, - Julio- 2011
El adimensional 137
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=163903
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