15 de abril de 2015

Gana dinero mientras estudias

¡Hola! Aquí estoy nuevamente con alguna propuesta positiva que quizá puedas aprovechar para mejorar tu situación.

¿De qué se trata? Pongamos un ejemplo.

Eres estudiante de los últimos años de la secundaria o estás ya en la primera etapa de la universidad. Es una época difícil, especialmente en lo económico, especialmente si esto supone un traslado a otra ciudad, que ya se ha producido o se producirá pronto.

Voy a darte un consejo que ya ha dado buenos frutos en los últimos 50 años de mi vida como educador. Especialmente ha sido útil para mi propia vida, pues es lo que hice casi al comienzo de mis estudios universitarios: ayudar escolarmente a chicos, jóvenes y adultos que necesitaban un apoyo adicional a su capacitación formal en la escuela o en alguna materia universitaria que yo ya había superado un tiempo antes.

Por supuesto, al principio sentía que quizá no estaba suficientemente capacitado, pero los resultados me demostraron que sí lo estaba y que, además, en algunos temas podía mostrarles los recursos que había encontrado para superar mis propios problemas cuando estaba atravesando esos mismos conflictos que ellos tenían.

Muchas pueden ser las causas que hacen que un estudiante tenga dificultades para las que necesita ese trato especial. Por ejemplo, en mi caso particular como alumno, cuando era pequeño (de unos 5 ó 6 años) mis padres deseaban que comenzara a aprender el idioma inglés. Pero la condición era que lo hiciera en mi propia casa. Un encantadora muchacha de sólo 15 años de edad llamada Matilde Adelina Bergman, de una familia alemana residente en Mar del Plata, la ciudad de mis primeros tiempos apareció como un ángel y vino durante no menos de diez años todos los lunes, miércoles y viernes de 18 a 19 horas para llevarme por los caminos de ese idioma desde lo más elemental hasta temas más complejos de la Historia inglesa. Luego decidió casarse y ese milagro que acompañó mi niñez y adolescencia llegó a su fin, pero su ayuda fue una siembra que sigo cosechando después de tanto tiempo. Ella siempre supo más inglés que yo, porque iba estudiando sus últimos años de profesorado mientras me daba clases. Y se ganaba sus propios pesos que reconocía que le venían muy bien.

También yo comencé, como dije, a dar clases en la ciudad de Ensenada allá por ¿el 64? a dos chicos que concurrían creo a primer año de la secundaria local. Si mal no recuerdo los ayudaba en inglés y en matemáticas. Podemos confirmarlo porque uno de esos alumnos, una simpática niña, todavía está en contacto conmigo (y por tanto con ustedes) vía facebook y puede dar más precisiones. Parece que todo salió bien porque Mirtha, que así se llama, terminó el secundario, transitó el Magisterio hasta llegar a Directora y nos mantenemos conectados por un afecto mutuo que jamás se perdió. Y en aquél momento inicial fue una ayuda económica más que me permitió sostener el costo de mi pensión de estudiante, los viajes a la Facultad, etc.

¿Por qué tú no puedes hacer lo mismo? Quizá no necesites un refuerzo de dinero pues tu familia puede cubrirte los gastos sin problema pero eso de dar clases tiene más ventajas que solamente las relacionadas con el dinero. Te hace sentir valioso porque alguien te aporta algunos pesos que te has ganado por tu propio trabajo pero además te hace mantener al día con los temas que repasas continuamente para dar tus clases. Enseñar es una forma espectacular de aprender.

Muchas personas se han asombrado siempre de mi capacidad de trabajar enseñando o aplicando las más diversas materias, lo que no suele ser frecuente según ellos. Es que yo he hecho de todo en la vida pero nunca he dejado de estudiar y aprender. Y unos 4.000 ó más alumnos de las materias más insólitas me obligaron a diversificarme. En realidad, mi trabajo siempre ha sido recibir y difundir conocimientos. Soy experto en unas pocas cosas, muy pocas, pero tengo "nociones" de casi todas las demás. Porque enseñar obliga a aprender, de todo y siempre, especialmente cuando ha sido en mi caso el principal "trabajo", que cuando se hace con vocación y amor no se siente como tal.

Por eso mi consejo es que lo pienses y luego que lo intentes. Si lo haces con toda la energía necesaria verás que tus alumnos, en su mayoría, retroalimentan esa energía y la multiplican.

Es lo que me pasa contigo en este momento. Ya después de toda (o casi toda) una vida dedicada a esto, creo que es la oportunidad de aprovechar los logros anteriores para amplificar el efecto buscando reunir vía internet decenas de miles de nuevos alumnos a los que deseo inducir a seguir mi camino en los más diversos rincones del mundo. Y proveerlos de material, información y consejos para que les vaya lo mejor posible.

Ya conoces mis guías de estudio y los múltiples blogs que están a tu disposición para responder a este desafío. Ya he transitado mucho camino en latinoamérica, en el sector latino de EEUU y en Europa. Ahora quiero dejar allí mi semilla a través de profesores que apliquen mis técnicas ya probadas y obtengan resultados mejores que los que suelen lograrse.

Y que les hablen de mí como de alguien que les ayudó a mejorar sus vidas.

Si crees que podría ser en tu caso y que deseas intentarlo, contáctame en facebook o a mi email. Será un placer responder a tu inquietud.

Un saludo afectuoso desde Esquel, en la Patagonia argentina, el lugar maravilloso en que me refugié hace 7 años para montar este proyecto que ya va dando frutos notables.

Prof. Daniel Aníbal Galatro
danielgalatro@gmail.com

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